Tradução de espanhol. Diana Margarita. Blog sobre tradução, tradução de espanhol, gramática, literatura, cultura e entretenimento.
segunda-feira, 9 de dezembro de 2013
7 casos em que não se usa crase
Noche de Reyes
Mientras en Brasil los niños esperan ansiosamente recibir sus regalos de “Papai Noel”, en España, la estrella de la navidad no es Santa Claus ni los regalos se reparten el día 24 de diciembre. Las estrellas de la navidad son los Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar y los regalos se reparten el día 6 de enero.
Según la tradición, los Reyes Magos, montados en sus camellos, siguieron una estrella para conocer al niño Jesús y ofrecerle tres regalos: oro, incienso, y mirra.
Cuando llega diciembre, los niños empiezan a escribir sus cartas a los reyes en que les piden los regalos que les gustarían recibir la mañana del día 6 de enero. Dice la tradición que si los niños han sido buenos, reciben regalos, pero si han sido malos, reciben un trozo de carbón. Bueno, ¡que conste que el carbón es de chocolate! Así que tampoco está tan mal, ¿no?
La fiesta comienza con la Cabalgata de Reyes. Con luces navideñas alegrando las calles, adornos navideños y villancicos, los españoles celebran la llegada de los Reyes que van a caballo o sobre elaboradas carrozas y lanzan regalitos a los niños alineados en las calles para saludar a sus majestades.
En la Noche de Reyes, víspera del 6 de enero, se come el deseado roscón de reyes que contiene un muñequito escondido que simboliza al Niño Jesús, que los Reyes no encontraban porque la estrella desaparecía. Se dice que el muñequito da suerte a quien lo encuentra y también hay la costumbre de que al que le toca el muñequito, le toca pagar el roscón.
Después de comer el roscón, los niños ponen sus zapatos en la puerta antes de irse a dormir para que los Reyes sepan cuántos niños viven en la casa. Además ponen algo de comer y de beber para los Reyes y para los camellos.
Tras la noche más larga y mágica del año, entre sueños y vigilia, finalmente los niños se levantan y encuentran sus regalos dentro y fuera de sus zapatos y los platos y vasos vacíos. No sé de nadie a quien le hayan regalado carbón, pues al fin y al cabo los reyes se quedan con pena y si le dan carbón a uno, seguro que será en plan de broma y también le dejarán un regalo bueno.
Según la tradición, los Reyes Magos, montados en sus camellos, siguieron una estrella para conocer al niño Jesús y ofrecerle tres regalos: oro, incienso, y mirra.
Cuando llega diciembre, los niños empiezan a escribir sus cartas a los reyes en que les piden los regalos que les gustarían recibir la mañana del día 6 de enero. Dice la tradición que si los niños han sido buenos, reciben regalos, pero si han sido malos, reciben un trozo de carbón. Bueno, ¡que conste que el carbón es de chocolate! Así que tampoco está tan mal, ¿no?
La fiesta comienza con la Cabalgata de Reyes. Con luces navideñas alegrando las calles, adornos navideños y villancicos, los españoles celebran la llegada de los Reyes que van a caballo o sobre elaboradas carrozas y lanzan regalitos a los niños alineados en las calles para saludar a sus majestades.
En la Noche de Reyes, víspera del 6 de enero, se come el deseado roscón de reyes que contiene un muñequito escondido que simboliza al Niño Jesús, que los Reyes no encontraban porque la estrella desaparecía. Se dice que el muñequito da suerte a quien lo encuentra y también hay la costumbre de que al que le toca el muñequito, le toca pagar el roscón.
Después de comer el roscón, los niños ponen sus zapatos en la puerta antes de irse a dormir para que los Reyes sepan cuántos niños viven en la casa. Además ponen algo de comer y de beber para los Reyes y para los camellos.
Tras la noche más larga y mágica del año, entre sueños y vigilia, finalmente los niños se levantan y encuentran sus regalos dentro y fuera de sus zapatos y los platos y vasos vacíos. No sé de nadie a quien le hayan regalado carbón, pues al fin y al cabo los reyes se quedan con pena y si le dan carbón a uno, seguro que será en plan de broma y también le dejarán un regalo bueno.
Las palabras más largas en español
De entre las palabras en castellano
que aparecen en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, la más larga
en cuanto a número de letras es electroencefalografista (23
letras), que es la persona especializada en electroencefalografía.
Hay otra palabra con más letras, pero que no está registrada en el diccionario de la RAE:
Hipopotomonstrosesquipedaliofobia (33 letras): Miedo a las palabras largas.
Este nombre largo y complicado deriva del griego. "Hipopoto" (grande)
"monstro" (monstruoso) "sesquipedali" (forma mutilada del latín
"sesquipedalian", o sea, palabra grande) y "phobos"
(miedo). Es irónico que una palabra tan larga se utilice, precisamente, para
denominar la fobia a palabras parecidas. Para evitar problemas, en ocasiones se
dice más simplemente sesquipedaliofobia. Esta fobia se caracteriza por la
aversión o nerviosismo en el momento en el cual la persona se involucra en conversaciones
donde se usan palabras largas o poco frecuentes (por ejemplo, en una charla en
la universidad, coloquios científicos o técnicos, etc.). También evitan
mencionar palabras extrañas en el vocabulario cotidiano. El trastorno es
causado por el miedo a pronunciar incorrectamente la palabra en cuestión,
debido a que esto representaría para el fóbico la posibilidad de quedar
expuesto al ridículo, de verse en desventaja, ser considerado alguien de
cultura inferior o poca inteligencia frente a sus pares. A menudo esta fobia
viene acompañada de timidez social.
¿Pues sí que se lo han puesto fácil al que sufre de esta fobia, no?
—¿Qué te pasa, hombre, por qué te has puesto rojo? ¿Por qué sudas tanto?
—Es que tengo hipo… hipo…
—Pues toma un poco de agua, habrás comido demasiado rápido.
sexta-feira, 6 de dezembro de 2013
Repelús
Bajo este marcador “Palabras raras” les pongo algunas palabras que me
suenan curiosas, pintorescas o estrafalarias en español. Sí, dije que “me
suenan” porque es una opinión personal, a lo mejor a ti no te causen ninguna
impresión en especial, pero bueno, como este sitio está dirigido a traductores
de español, es probable que algunos compartan mi opinión.
La palabra de hoy es “Repelús”, sinónimo de “dar cosa”, “dar grima” o “ponérsele
a uno la piel de gallina”. Me explico, “Repelús” es la
repugnancia que inspira algo.
Se puede traducir al portugués como “dar calafrios” o “sentir arrepios”.
Algunos sonidos como el de la tiza que chirría en la pizarra o el de unas
uñas arañándola; el del roce entre sí del corcho blanco de embalaje
(poliestireno) o el de un tenedor arañando un plato, son sonidos desaplacibles
que provocan una reacción involuntaria conocida como “dentera”, que es una
sensación desagradable en los dientes.
Además de los ruidos, otras cosas pueden provocar repelús: algunos sabores
como los de sustancias ácidas, o el tacto de algunas superficies como la del
melocotón, por ejemplo. ¿Quién
no siente repelús al ver a alguien sacándose la costra de una herida? (¡ajj!)
A mí, una cosa que me da muchísimo repelús es la escalopendra o ciempiés venenoso,
bicho que en portugués se llama “lacraia”, ¡ajjjjj que asco!. Y fíjate que me encantan los
animales, pero este bicho, la forma como se retuerce…ajjj
Y a ti, ¿qué te da repelús?
De mais, demais e demasiado
Em português a expressão “de mais” ou a mais significa além do devido ou necessário; em excesso, de sobra.
Ao traduzir essa expressão para o espanhol devemos usar a construção “de más”.
Exemplos:
Levou meio quilo a mais = Llevó medio quilo de más.
Vieram duas pessoas a mais do que o esperado = Vinieron dos personas de más de lo que se esperaba.
Colocou gelo de mais no suco = Le puso hielo de más al jugo.
“De mais”, separado, é uma locução adjetiva que exprime quantidade, significa “a mais”, opõe-se a “de menos” e modifica substantivos.
“Demais”, tudo junto, é adverbio de intensidade, significa demasiadamente, excessivamente e modifica verbos, adjetivos e outros advérbios.
Observe as frases:
Esta semana trabalhei demais. = Esta semana trabajé demasiado.
Eu gosto demais da praia. = Me gusta demasiado la playa.
O café tem açúcar de mais. = El café tiene azúcar de más.
Muito bom esse tempero, não tem sal de mais nem de menos. = Está muy rico ese condimento, no tiene sal de más ni de menos.
Há gente demais ou de mais?
“Gente” é substantivo, portando, devemos usar a locução adjetiva “de mais”, já que advérbio não modifica substantivo.
Logo, frase correta é “Há gente de mais” = Hay gente de más.
Ela é bonita demais ou de mais?
“Bonita” é adjetivo, portanto, devemos usar o advérbio “demais”, já que advérbio modifica verbo, adjetivo ou outro advérbio.
Logo, a frase correta é “Ela é bonita demais” = Ella es demasiado bonita.
Para concluir, ainda temos a palavra “demasiado” que, tanto em português como em espanhol, pode ser adjetivo quando modifica um substantivo, nesse caso deve concordar em gênero e número e significa excessivo, exagerado.
Exemplos:
Seria demasiada coincidência. = Sería demasiada coincidencia.
Agiu com demasiada violência. = Actuó con demasiada violencia.
Deu-lhe demasiados mimos. = Le dio demasiados mimos.
Ou como advérbio, nesse caso é invariável e significa excessivamente, exageradamente:
Ela estava demasiado cansada para reagir. = Ella estaba demasiado cansada para reaccionar.
Ele parecia demasiado calmo para alguém que acabara de ser demitido. = Él parecía demasiado calmo para alguien que había acabado de ser despedido.
A diferença entre o espanhol e o português no caso do advérbio “demasiado” é que em português ele não é usado para modificar verbo, somente adjetivo, enquanto que no espanhol também é usado para modificar o verbo:
Estudei demais = Estudié demasiado.
Você gasta demais = Tú gastas demasiado.
Ela se preocupa demais = Ella se preocupa demasiado.
Outra diferença, é que no espanhol “demasiado” ou “demasiada” também podem ser usados como “pronome”:
No compres más comida, ya tenemos demasiada = Não compre mais comida, já temos demais (ou já temos de sobra).
Somos demasiados = Somos muitos.
Mais uma vez, trata-se da velha história de analisar a função da palavra dentro da frase, ou seja, verificar sua relação com outras palavras, que tipo de palavra ela está afetando:
A comida estava demasiado salgada. (advérbio, modifica o adjetivo salgada) = La comida estaba demasiado salada.
A comida estava salgada demais. (advérbio, modifica o adjetivo salgada) = La comida estaba demasiado salada.
A comida tinha sal de mais. (locução adjetiva, modifica o substantivo sal)= La comida tenía sal de más.
Agora é com você, complete com de más, demasiado, demasiado, demasiados, demasiadas:
1. Me gustan _________________ las canciones de esa banda.
2. Me gustan _________________ canciones de esa banda para elegir solo una.
3. Le has puesto azúcar ___________ al café.
4. Hace ________________ tiempo que no nos vemos.
5. No vamos a caber todos en el coche, somos _____________.
(Respostas: 1 – demasiado, 2 – demasiadas, 3 – de más, 4 – demasiado, 5 – demasiados)
Ao traduzir essa expressão para o espanhol devemos usar a construção “de más”.
Exemplos:
Levou meio quilo a mais = Llevó medio quilo de más.
Vieram duas pessoas a mais do que o esperado = Vinieron dos personas de más de lo que se esperaba.
Colocou gelo de mais no suco = Le puso hielo de más al jugo.
“De mais”, separado, é uma locução adjetiva que exprime quantidade, significa “a mais”, opõe-se a “de menos” e modifica substantivos.
“Demais”, tudo junto, é adverbio de intensidade, significa demasiadamente, excessivamente e modifica verbos, adjetivos e outros advérbios.
Observe as frases:
Esta semana trabalhei demais. = Esta semana trabajé demasiado.
Eu gosto demais da praia. = Me gusta demasiado la playa.
O café tem açúcar de mais. = El café tiene azúcar de más.
Muito bom esse tempero, não tem sal de mais nem de menos. = Está muy rico ese condimento, no tiene sal de más ni de menos.
Há gente demais ou de mais?
“Gente” é substantivo, portando, devemos usar a locução adjetiva “de mais”, já que advérbio não modifica substantivo.
Logo, frase correta é “Há gente de mais” = Hay gente de más.
Ela é bonita demais ou de mais?
“Bonita” é adjetivo, portanto, devemos usar o advérbio “demais”, já que advérbio modifica verbo, adjetivo ou outro advérbio.
Logo, a frase correta é “Ela é bonita demais” = Ella es demasiado bonita.
Para concluir, ainda temos a palavra “demasiado” que, tanto em português como em espanhol, pode ser adjetivo quando modifica um substantivo, nesse caso deve concordar em gênero e número e significa excessivo, exagerado.
Exemplos:
Seria demasiada coincidência. = Sería demasiada coincidencia.
Agiu com demasiada violência. = Actuó con demasiada violencia.
Deu-lhe demasiados mimos. = Le dio demasiados mimos.
Ou como advérbio, nesse caso é invariável e significa excessivamente, exageradamente:
Ela estava demasiado cansada para reagir. = Ella estaba demasiado cansada para reaccionar.
Ele parecia demasiado calmo para alguém que acabara de ser demitido. = Él parecía demasiado calmo para alguien que había acabado de ser despedido.
A diferença entre o espanhol e o português no caso do advérbio “demasiado” é que em português ele não é usado para modificar verbo, somente adjetivo, enquanto que no espanhol também é usado para modificar o verbo:
Estudei demais = Estudié demasiado.
Você gasta demais = Tú gastas demasiado.
Ela se preocupa demais = Ella se preocupa demasiado.
Outra diferença, é que no espanhol “demasiado” ou “demasiada” também podem ser usados como “pronome”:
No compres más comida, ya tenemos demasiada = Não compre mais comida, já temos demais (ou já temos de sobra).
Somos demasiados = Somos muitos.
Mais uma vez, trata-se da velha história de analisar a função da palavra dentro da frase, ou seja, verificar sua relação com outras palavras, que tipo de palavra ela está afetando:
A comida estava demasiado salgada. (advérbio, modifica o adjetivo salgada) = La comida estaba demasiado salada.
A comida estava salgada demais. (advérbio, modifica o adjetivo salgada) = La comida estaba demasiado salada.
A comida tinha sal de mais. (locução adjetiva, modifica o substantivo sal)= La comida tenía sal de más.
Agora é com você, complete com de más, demasiado, demasiado, demasiados, demasiadas:
1. Me gustan _________________ las canciones de esa banda.
2. Me gustan _________________ canciones de esa banda para elegir solo una.
3. Le has puesto azúcar ___________ al café.
4. Hace ________________ tiempo que no nos vemos.
5. No vamos a caber todos en el coche, somos _____________.
(Respostas: 1 – demasiado, 2 – demasiadas, 3 – de más, 4 – demasiado, 5 – demasiados)
terça-feira, 3 de dezembro de 2013
O uso do hífen com o advérbio "não"
O Vocabulário Ortográfico da Língua Portuguesa, da Academia Brasileira de Letras, consolidou a abolição do hífen que prendia o prefixo "não" a substantivos e a adjetivos.
Antes, o "não" que funcionava como prefixo era unido por hífen à palavra subsequente, modo de deixar claro que estava deslocado de sua função adverbial, equivalendo a formas como "in-" ou "des-".
Segundo a grafia antiga, era possível dizer que alguém teve um comportamento "não-leal" (o que equivalia formalmente a um comportamento "desleal", mas com uma nuance de significado que opera ligeira distinção de sentido). Importa aqui observar que havia, sim, um critério para o uso do hífen depois do "não". Diante de substantivos, sempre havia o hífen (pacto de "não-violência", "não-índios" etc.).
Agora, não existe mais hífen depois do prefixo "não". Consolidam-se grafias como "organização não governamental", "pacto de não proliferação de armas nucleares" etc.
Antes, o "não" que funcionava como prefixo era unido por hífen à palavra subsequente, modo de deixar claro que estava deslocado de sua função adverbial, equivalendo a formas como "in-" ou "des-".
Segundo a grafia antiga, era possível dizer que alguém teve um comportamento "não-leal" (o que equivalia formalmente a um comportamento "desleal", mas com uma nuance de significado que opera ligeira distinção de sentido). Importa aqui observar que havia, sim, um critério para o uso do hífen depois do "não". Diante de substantivos, sempre havia o hífen (pacto de "não-violência", "não-índios" etc.).
Agora, não existe mais hífen depois do prefixo "não". Consolidam-se grafias como "organização não governamental", "pacto de não proliferação de armas nucleares" etc.
segunda-feira, 2 de dezembro de 2013
Verbo gustar
En español, el verbo gustar se usa de forma distinta que en portugués. Mientras que en portugués usamos la construcción “Eu gosto de, você gosta de, ele/ela gosta de, Nós gostamos de, etc.”, en español usamos la siguiente construcción:
A mí me gusta
A ti te gusta
A él/ella le gusta
A nosotros nos gusta
A vosotros os gusta
A ellos/ellas les gusta
En español es muy corriente la presencia de varios pronombres que representan la misma cosa. Se repite para enfatizar. Esto ocurre con los verbos: gustar, encontrar, apetecer, constar, antojarse, ocurrirse, saber mal, hacerse difícil, olvidarse, pesar, dar vergüenza, dar ganas de, dar asco, dar risa, dar frío, dar calor, dar miedo, etc.
Con esos verbos, el sujeto es siempre una cosa, la persona implicada en la acción del verbo se representa con un complemento indirecto.
A mí me gusta el chocolate. (A mí me = complemento indirecto; el chocolate = sujeto)
A ti te gusta la cerveza. (A ti te = C.I.; la cerveza = sujeto)
A ella le gusta dibujar. (A ella le = C.I.; dibujar = sujeto)
A nosotros nos gustan los garbanzos. (A nosotros nos = C.I.; los garbanzos = sujeto)
A vosotros os gusta la paella. (A vosotros os = C.I.; la paella = sujeto)
A ellos les gusta hablar con chicas. (A ellos les = C.I.; hablar con las chicas = sujeto)
Si el verbo gustar está seguido de dos o más complementos deberá concordar en plural con esos elementos.
Ejemplos:
A mi hermano no le gustan el fútbol ni el baloncesto.
A mi hermana le gustan la playa y las montañas.
Observaciones:
a) Al traducir del portugués al español o viceversa, no debemos olvidar que en portugués el verbo gustar es transitivo indirecto seguido siempre de la preposición “de”, en español también es intransitivo pero no se usa la preposición “de” después del verbo.
b) Solo si se desea que la persona que siente el placer sea el sujeto, generalmente para usos literarios o cultos, el verbo va seguido de la preposición de: "gustamos de esa casa", pero este uso no es común.
c) En la frase “A mí me gusta el chocolate”, por ejemplo, es posible omitir el pronombre personal tónico “a mí”, pero es obligatorio el uso del pronombre complemento indirecto “me”: “Me gusta el chocolate”.
A mí me gusta
A ti te gusta
A él/ella le gusta
A nosotros nos gusta
A vosotros os gusta
A ellos/ellas les gusta
En español es muy corriente la presencia de varios pronombres que representan la misma cosa. Se repite para enfatizar. Esto ocurre con los verbos: gustar, encontrar, apetecer, constar, antojarse, ocurrirse, saber mal, hacerse difícil, olvidarse, pesar, dar vergüenza, dar ganas de, dar asco, dar risa, dar frío, dar calor, dar miedo, etc.
Con esos verbos, el sujeto es siempre una cosa, la persona implicada en la acción del verbo se representa con un complemento indirecto.
A mí me gusta el chocolate. (A mí me = complemento indirecto; el chocolate = sujeto)
A ti te gusta la cerveza. (A ti te = C.I.; la cerveza = sujeto)
A ella le gusta dibujar. (A ella le = C.I.; dibujar = sujeto)
A nosotros nos gustan los garbanzos. (A nosotros nos = C.I.; los garbanzos = sujeto)
A vosotros os gusta la paella. (A vosotros os = C.I.; la paella = sujeto)
A ellos les gusta hablar con chicas. (A ellos les = C.I.; hablar con las chicas = sujeto)
Si el verbo gustar está seguido de dos o más complementos deberá concordar en plural con esos elementos.
Ejemplos:
A mi hermano no le gustan el fútbol ni el baloncesto.
A mi hermana le gustan la playa y las montañas.
Observaciones:
a) Al traducir del portugués al español o viceversa, no debemos olvidar que en portugués el verbo gustar es transitivo indirecto seguido siempre de la preposición “de”, en español también es intransitivo pero no se usa la preposición “de” después del verbo.
b) Solo si se desea que la persona que siente el placer sea el sujeto, generalmente para usos literarios o cultos, el verbo va seguido de la preposición de: "gustamos de esa casa", pero este uso no es común.
c) En la frase “A mí me gusta el chocolate”, por ejemplo, es posible omitir el pronombre personal tónico “a mí”, pero es obligatorio el uso del pronombre complemento indirecto “me”: “Me gusta el chocolate”.
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